Justo en esos días, en los que todo,absolutamente todo, te sale mal. Un mal día en el con tus compañeros, una discursión, te parece que el mundo va por un lado, tu por otro y ni os mirais. Piensas que nunca conseguirás lo que tanto deseas, por lo que llevas tanto tiempo luchando. Alguien te recuerda que no sirves, que no eres suficiente bueno, que cambies de planes e intentes algo más fácil.
Justo en ESE MOMENTO, cuando vas a estallar, dejarlo todo y renunciar, en ese mismo instante, tienes que sacar la fuerza de ti mismo, porque nadie va a luchar por ti, eres tu, son tus sueños, tus ilusiones. Coje un cojín y pégale puñetazos, grita, llora si hace falta. Pero déjale claro al mundo y sobre todo a ti mismo que no te vas a rendir, que eres fuerte, que mereces la pena y que puedes hacerlo.
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